Perdiendo el tiempo ajeno, ¡y el tuyo también!

Soy yo sola o ¿hay una energía de “perdida de tiempo” en el aire? 

Son tantos los mensajes en el muro del Facebook que son copiadas y pegadas de otros muros hablando de una hermana querida, de una madre especial, de niños con necesidades especiales... tanto aviso de eventos falsos, tanta “basura electrónica” circulando todos los días... que cuando alguien de mi convivencia me llega a mi con algo que considero “basura”, tengo ganas de mandarlo a la miércoles. ¿Soy yo sola o ese sentimiento es generalizado?

No se si no entiendo o si no quiero entender de que se trata eso. Tanta gente en contacto y tanta gente se comunicando tan poco... ¡Comunicación, gente, comunicación! Hablemos de mente a mente, de corazón a corazón, de alma a alma... pero ¿quien copia mensajes de muros ajenos y pega, con destino a todos los “amigos” de su perfil? ¿Para que? ¿Qué me tenes para decir? ¿Nada? Listo, no me escribas... el silencio y la ausencia también comunican mucho. Hace uso de ella y yo sabré leer tu mensaje.

Basta de declaraciones de amor falsas, de pedidos de disculpas no sentidos, de no usar las própias palabras para decir lo que se siente, de copiar palabras ajenas como si en ellas hubiese algo de uno. Solo hay algo de mí en aquello que sale de mi corazón, no en lo que es repetido por mi boca. ¿Qué tenes para decirme? ¿Nada? Entonces, shhhh, no le temas al siléncio. La ausencia de palabras comunica mucho más que palabras vacías. ¡Creeme!

Y por ahí, si dejas de escuchar verdades que ni siquiera a los otros pertenecen, a lo mejor si cerras los ojos para la polución presente en el mundo virtual, ¿quien sabe tu corazón no encuentra un espacio para hablar algo que será significativo para alguien? Quien sabe...