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sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Qué más querés?


Este texto de la maravillosa Martha Medeiros me describe muy bien, hoy y casi todos los días...

"Era una celebración familiar, que reúne a tíos, primos, abuelos y algunos agregados ocasionales que nadie conoce bien. Tirada en el sillón, una chica no estaba muy sociable, la cara era de entierro. Quieta, miraba a la pared, como si fuera a encontrar la respuesta a la pregunta que sin duda le martillaba la cabeza: ¿qué estoy haciendo acá? De costado, la veo a la madre también mirando la escena, inconsolable, al mismo tiempo en que comentaba con una tía: "Mira a esa chica. Siempre con esta cara. Nunca feliz. Tiene un trabajo, marido, hijo. ¿Qué más puede querer?"
Nada tan común para resumir la vida de otra persona como pensar que ella no puede querer más. Esa chica es hermosa, joven y tiene un lomazo ¿qué más quiere? La otra gana ríos de dinero, es valorada en el trabajo y vive viajando... ¿qué le falta?
Me imaginé a la muchacha dándose cuenta de todo que decían y confesando: sí, ¡quiero más! No quiero tener ninguna condescendencia con el aburrimiento, no ser forzada a aceptarlo en mi rutina como inquilino inevitable. A cada mañana, exijo por lo menos la expectativa de una sorpresa, ya sea que suceda o no. La esperanza, por si sola, ya es un entusiasmo.
Quiero que el hecho de tener una vida sensata y práctica no me robe el derecho a la locura. Que yo nunca acepte la idea de que la madurez requiere una cierta conformidad. Que yo no tenga miedo ni vergüenza a todavía querer.
Quiero una primera vez otra vez. Un primer beso en alguien que todavía no conozco, un primer paseo por una ciudad nueva, un primer estreno en  algo que nunca hice, quiero seguir rompiendo las virginidades que todavía llevo, quiero tener sensaciones inéditas hasta el fin de mis días.
Quiero ventilación, no morirme un poquito a cada día ahogada en las obligaciones y exigencias de ser la mejor madre del mundo, la mejor esposa del mundo, la mejor cualquier cosa. Me gustaría reconciliarme con mis fallas y debilidades, ventilar mi biografía, dejar que se escapen algunas ideas mías que no son muy bendecibles.
Quería no sentirme tan responsable de lo que sucede a mi alrededor. Entender y aceptar que no tengo ningún control sobre las emociones de los demás, sobre sus elecciones, sobre las cosas que van mal y también sobre las que van bien. Quería permitirme ser un poco insignificante.
Y en mi insignificancia, poder despertarme un día más tarde sin dar explicaciones, hablar con extraños, divertirme haciendo cosas que nunca me había imaginado, dejar de ser tan misteriosa para mí misma, conectarme con mis otras posibilidades de existir. ¿Qué más quiero yo? Escuchar y obedecer a mi lado más transgresor, menos comportado, ser menos rehén de las reuniones familiares, de marido, hijos, tortas de cumpleaños y de los despertadores el lunes a la mañana. Y también quiero más tiempo libre. Y más abrazos.
Bueno, nadie está satisfecho. Menos mal."

O que mais voce quer?


Esse texto da maravilhosa Martha Medeiros me descreve muito bem, hoje e quase todos os dias...

"Era uma festa familiar, destas que reúnem tios, primos, avós e alguns agregados ocasionais que ninguém conhece direito. Jogada no sofá, uma garota não estava lá muito sociável, a cara era de enterro. Quieta, olhava para a parede como se ali fosse encontrar a resposta para a pergunta que certamente martelava em sua cabeça: o que estou fazendo aqui? De soslaio, flagrei a mãe dela também observando a cena, inconsolável, ao mesmo tempo em que comentava com uma tia. "Olha pra essa menina. Sempre com esta cara. Nunca está feliz. Tem emprego, marido, filho. O que ela pode querer mais?"

Nada é tão comum quanto resumirmos a vida de outra pessoa e achar que ela não pode querer mais. Fulana é linda, jovem e tem um corpaço, o que mais ela quer? Sicrana ganha rios de dinheiro, é valorizada no trabalho e vive viajando, o que é que lhe falta?

Imaginei a garota acusando o golpe e confessando: sim, quero mais. Quero não ter nenhuma condescendência com o tédio, não ser forçada a aceitá-lo na minha rotina como um inquilino inevitável. A cada manhã, exijo ao menos a expectativa de uma surpresa, quer ela aconteça ou não. Expectativa, por si só, já é um entusiasmo.

Quero que o fato de ter uma vida prática e sensata não me roube o direito ao desatino. Que eu nunca aceite a idéia de que a maturidade exige um certo conformismo. Que eu não tenha medo nem vergonha de ainda desejar.

Quero uma primeira vez outra vez. Um primeiro beijo em alguém que ainda não conheço, uma primeira caminhada por uma nova cidade, uma primeira estréia em algo que nunca fiz, quero seguir desfazendo as virgindades que ainda carrego, quero ter sensações inéditas até o fim dos meus dias.

Quero ventilação, não morrer um pouquinho a cada dia sufocada em obrigações e em exigências de ser a melhor mãe do mundo, a melhor esposa do mundo, a melhor qualquer coisa. Gostaria de me reconciliar com meus defeitos e fraquezas, arejar minha biografia, deixar que vazem algumas idéias minhas que não são muito abençoáveis.

Queria não me sentir tão responsável sobre o que acontece ao meu redor. Compreender e aceitar que não tenho controle nenhum sobre as emoções dos outros, sobre suas escolhas, sobre as coisas que dão errado e também sobre as que dão certo. Me permitir ser um pouco insignificante.

E na minha insignificância, poder acordar um dia mais tarde sem dar explicação, conversar com estranhos, me divertir fazendo coisas que nunca imaginei, deixar de ser tão misteriosa pra mim mesma, me conectar com as minhas outras possibilidades de existir. O que eu quero mais? Me escutar e obedecer o meu lado mais transgressor, menos comportadinho, menos refém de reuniões familiares, marido, filhos, bolos de aniversário e despertadores na segunda-feira de manhã. E também quero mais tempo livre. E mais abraços.

Pois é, ninguém está satisfeito. Ainda bem."

martes, 20 de septiembre de 2011

Luz e escuridão




Se tanto tempo já passou, por quê para mim parece que foi ontem? 
A vida insiste em me engolir na vorágine dos dias, e eu me deixo levar, sigo, cumpro, faço, sorrio, olho, descubro... mas algo de mim fica, insiste, não desiste. De quê? Daquilo que se repete nos sonhos, dessa busca incansável que não encontra nunca, do que é revelado nos silêncios e nas ausências, que não dizem nada para quem não sabem escutar...
Há uma parte minha que ficou presa na escuridão, que não sabe, que não ve, que não entende... e outra que pensa que sabe tudo, ou que suspeita, e acredita no que lhe diz sua intuição... Intuição que se respalda em fatos, que nem sempre existem. 
“O tempo passa, os fatos passam, os dias passam, os anos passam, e você também passa...”
Como tem que ser a vida, você também passa...
Você também passa...
Já sou o passado de tanta gente, que já perdi as contas...
Sou o presente de umas poucas, e essas eu tenho contadas...
Serei o futuro de tantas outras que... nem idéia...
E a vida segue, mas uma parte minha fica... insiste em ficar... se resiste... não consigo tirar ela daquele lugar, então a deixo...
“Tá bom, quer ficar, então fica!”.
E então parto, sigo, faço, cumpro, realizo, consigo... sou feliz... até que de repente, sem mais nem menos, ela me agarra pelo cabelo, me senta ao seu lado e me faz escutar uma canção, nova ou antiga, que sem querer diz tudo. E aí já era.
Volto a fazer companhia a ela na escuridão de quem não sabe de nada, mas que ainda assim, continua insistindo em ficar...
“Um dia isso vai passar”, eu prometo. “Um dia isso vai passar...”

Luz y oscuridad




"Si tanto tiempo paso, ¿por qué para mí parece que fue ayer?" 
La vida insiste en tragarme en la vorágine de los días, y yo me dejo llevar, sigo, cumplo, hago, sonrío, miro, descubro... pero algo de mí queda, sigue, insiste, no desiste. ¿De qué? De aquello que se repite en los sueños, de esa búsqueda incesante que nunca encuentra, de lo que queda revelando en los silencios y en las ausencias, que no todo lo dicen para los que no saben escuchar...
Hay una parte mía que quedó atada en la oscuridad, que no sabe, no ve, no entiende... y hay otra que piensa que todo lo sabe, o que sospecha, y cree en lo que le dice su intuición... Intuición que se respalda en hechos, que no siempre existen. 
“El tiempo pasa, los hechos pasan, los días pasan, los años pasan, y vos también pasas”.
Como tiene que ser la vida, vos también pasas...
Vos también pasas...
Ya soy el pasado de tanta gente, que ya perdí las cuentas...
Soy el presente de unas pocas, y esas las tengo contadas...
Seré el futuro de unas cuantas que... ni idea...
Y la vida sigue, pero una parte mía queda... insiste en quedar... se resiste... no puedo moverla, entonces la dejo... 
“Listo, si queres seguir en lo mismo, quedate”.
Y me voy, sigo, hago, cumplo, realizo, logro... soy feliz... hasta que así nomás, de golpe, ella me agarra por los pelos, me sienta para escuchar una canción, nueva o antigua, que sin querer lo dice todo, y fui. 
Le vuelvo a hacer compañía en su oscuridad de quien nada sabe, pero que aun así todavía insiste en quedar...
“Un día, eso va a pasar”, le prometo. “Un día eso va a pasar...”

domingo, 11 de septiembre de 2011

11 de Septiembre de 2001: una nueva perspectiva



Hoy es el 10 º aniversario del trágico suceso del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. Recuerdo aquella mañana cuando el avión se estrelló contra la primera torre: yo estaba en mi casa, en mi cama, con anginas. Era un día laboral y yo no había ido a trabajar. Mi marido (en ese entonces, mi novio) me llama y me dice que prenda la tele porque un avión se había estrellado contra una de las torres gemelas en Nueva York y estaban hablando en un ataque terrorista. La prendí, la primera torre acababa de ser atingida... Al principio, yo no creía en la posibilidad de un ataque terrorista. Era muy cinematográfico para ser verdad. Seguro había sido un accidente y nada más. Unos minutos más tarde el segundo avión se estrelló contra la segunda torre. A continuación, un avión se estrella en el piso cuando iba hacia el Pentágono, al igual que la Casa Blanca...una pesadilla. Ya no podía negar que realmente había sido un ataque terrorista. Una pesadilla, pero... para mí era casi irreal. Era una película que miraba en la tele, una película de terror, sí, pero nada más que eso. El impacto de este acontecimiento en mi vida fue el aumento de los procedimientos de seguridad para entrar en EE.UU., se hizo más difícil conseguir la visa, y nada más.
Recuerdo que en ese momento yo tenía un amigo que vivía en Denver, y discutimos mucho sobre el tema, especialmente cuando EE.UU. decidió invadir Irak en busca de Osama Bin Laden. Yo, como muchos brasileños, estaba totalmente en contra de esta invasión. Le decía que no podían responder a violencia con más violencia, que generar una guerra tenía un costo muy alto para mucha gente inocente, que eso era una locura y un error. Mi amigo, muy religioso, me decía que apoyaba la guerra. Él me preguntó, "si entraran en tu casa y mataran a tu hijo, ¿vos no matarías a esa persona?". Yo, desde mi inocencia y falta de su realidad, no sólo le dije que no era comparable, como que probablemente no, no haría pagar lo que me hicieron en la misma moneda. Mentira: yo si lo haría, pero era necesario defender la paz, evitar la guerra. Él me preguntaba: "¿que paz?"
Hoy vivo en EE.UU. Vi a mi ciudad prepararse para recordar a los muertos del día 11 de septiembre 2001. Cerca de 3.000 personas sólo en las Torres Gemelas se murieron aquel día. El viernes recibí un pedido de la escuela de mi hija para que ella fuera a la clase vestida con los colores blanco, azul y rojo. A los niños los sentaron en circulo y les contaron la historia del 11 de septiembre. Ellos todavía no habían nacido, entonces, había que hacerlos conocer la historia, porque eso acá es algo histórico. Y la gente no sólo siente mucho miedo cuando se acerca la fecha, sino que también se siente muy triste. Hablar del tema es correr el riesgo de que empiecen a llorar adelante de uno, estés donde estés. Otros muestran una expresión de incomprensión en el rostro, cambian la expresión, se quedan sin palabras. Ellos se sienten muy vulnerables, expuestos, indefensos, y creen que es muy poco lo que pueden hacer para protegerse contra esta amenaza silenciosa en las que viven constantemente. Una amenaza que puede venir del cielo, que no elige víctimas, pero que ha elegido a su país y a sus habitantes para hacer público al mundo no sólo su existencia sino también su odio. El viernes fui a pagar el impuesto de mi auto y la mujer que me atendía me miró y me dijo que era imposible de entender como alguien le podía odiar con tal ferocidad. El evento del 11 de septiembre es algo muy personal para ellos. Si miro a lo que sucedió desde su punto de vista, desde su lugar, ella tiene razón. Mal podemos explicar el rechazo de algunas personas en nuestra vida hacia uno, imagínense explicar algo así, de ese tamaño, un asesinato en masa cuya autoría fue asumida pública y orgullosamente.
Cuando hablamos con los estadounidenses, los escuchamos quejarse que los impuestos que pagan son muy caros, que se les deduce una cantidad absurda de plata de sus ingresos, pero todos están de acuerdo en unanimidad con pagar por aquello que se destine a la educación y a lo militar. La frase que dicen es: todo país tiene que ser capaz de defenderse. Cosas que, en Brasil o Argentina, ni se piensa. ¿Defenderse militarmente? ¿Para que?
Barack Obama viene con una popularidad bajísima entre los estadounidenses. El problema de la deuda externa y el desempleo, que no baja de los 9% desde hace algún tiempo, aumentó considerablemente el rechazo de los estadounidenses hacia él. Se observó una mejora en su popularidad sólo cuando anunció que traía el cuerpo de Osama Bin Laden a los EE.UU. Todos los estadounidenses no sólo apoyaron la iniciativa de Bush, entonces presidente, para invadir Irak y poner fin al liderazgo de los Bin Laden, como apoyan que un país tenga armas y esté entrenado para defenderse. Esta es una de las posturas principales que causan el rechazo de los otros países hacia los EE.UU., al menos en lo que se refiere a los países de América Latina. Lo que más se dice es que sus guerras son con el propósito de obtener petróleo exclusivamente, y dominar el mundo. No sé cuánto hay de verdad en esto, pero hoy puedo decir que el tema de la seguridad para ellos es más importante que la cuestión del petróleo. Ellos se sienten un blanco fácil del odio que proviene de algunos países, especialmente en Oriente Medio, y no saben cómo manejarlo, cómo protegerse, cómo responder a eso. Se sienten atrapados y expuestos como si fueran niños. Y eso es algo muy conmovedor para quien lo ve desde fuera.
Y la manera que encontraron para luchar contra este sentimiento de extrema exposición fue el aumento de seguridad en cada entrada a su país, y matar al líder del movimiento que en un único día sacó más de 3.300 personas de sus vidas. Su dios les permite hacerlo, porque el dios en quien creen dice que es un derecho primario de todo ser humano el defenderse y el defender la vida de los que aman. Por esta razón, ellos tienen porte de armas y no pensarían dos veces antes de matar a alguien que invada a sus hogares. Personalmente, ¡comparto sus posturas! Personalmente, creo que su dios es más realista y menos idealistas que muchos otros.
Pero no es lo que yo creo que está en juego acá. Tampoco la idea es hacer juicios acerca de cómo ellos lidian con todo lo que viven. Mi objetivo, al empezar a escribir sobre ese tema, era traer un poco de luz y conocimiento al dolor que ellos traen, que muchas veces parece irreal o menor para los que están en otros lados y que no fueron directamente afectados por él. El sentimiento general de los estadounidenses desde el 11 de septiembre de 2011 es de exposición, de incomprensión, de vulnerabilidad, y de que hay un grupo en el mundo que los odia de una manera que no pueden entender. Este acto terrorista es algo que excede su capacidad de dar sentido a los acontecimientos de sus vidas, algo que todos necesitamos hacer para poder vivir mejor. Ellos no lo pueden. No sé si yo podría. Hasta el día de hoy lloran al recordar el evento, porque les hace acordar que ellos y aquellos a quienes aman están indefensos frente a un odio inexplicable.
Ellos no han vuelto a reconstruir en el lugar en donde antes se encontraban las torres gemelas. Al contrario, allá hicieron una hermosa cascada de agua, que va desde el suelo hacia abajo, y la rodearon con piedra negra, en donde está registrado el nombre de todas las víctimas que allá fallecieron. Simbólicamente, ellos están diciendo que no se van a olvidar lo que les hicieron, tampoco la gente que allí se murió será olvidada. Otra vez, insisto: no juzgo si esa es o no la mejor postura, pero puedo entender y respetar su dolor.
Hay que vivir acá y mirarlos a los ojos cuando hablan para tener una idea más realista de lo que vivieron. Desde lejos, muchas veces, todo parece un circo medio inexplicable, especialmente en Brasil, donde todo es tan efímero, y el recuerdo de los acontecimientos se borran tan rápidamente. Sin adoptar una posición o lados, hay que entender que diferentes personas se manejan de diferentes maneras frente a diferentes temas. Y hay que respetar.

11 de Setembro de 2001: uma nova perspectiva


Hoje é o aniversário de 10 anos do trágico evento do dia 11 de setembro de 2001 nos EUA. Me lembro que naquela manhã, quando o avião se chocou contra a primeira torre, eu estava na minha casa, na minha cama, com uma tremenda faringite. Era dia de semana e eu não tinha ido trabalhar. Meu marido (na época, meu namorado) me liga e me fala para eu ligar a TV que um avião havia se chocado contra uma das torres gêmeas em Nova Iorque e estavam falando em ataque terrorista. Liguei, a primeira torre tinha acabado de ser atingida... Eu não acreditei de imediato na possibilidade de ataque terrorista. Pensava que era muito cinematográfico para ser verdade. Tinha sido um acidente e nada mais. Poucos minutos depois, o segundo avião atinge a segunda torre. Na seqüência, um avião cai antes de atingir o Pentágono, e o mesmo acontece com a Casa Branca... um pesadelo. Já não dava para negar que realmente era um ataque terrorista. Um pesadelo, mas.. para mim, era quase irreal. Era um filme que eu assistia na televisão, um filme de terror, é verdade, mas nada mais do que isso. O impacto desse evento na minha vida foi o aumento dos procedimentos de segurança para entrar nos EUA, a maior dificuldade para conseguir visto, e nada além disso.
Me lembro que nessa época eu tinha um amigo que morava em Denver, e discutimos muito sobre o assunto, em especial quando os EUA decidiram invadir o Iraque para procurar pelo Osama Bin Laden e matá-lo. Eu, como muitos brasileiros, fui totalmente contra essa invasão. Dizia que não se responde a violência com mais violência, que gerar uma guerra com um custo tão alto para tantos inocentes era uma loucura, era errado. Meu amigo, muito religioso, dizia que apoiava a guerra. Ele me perguntou: “se entrassem na sua casa e matassem seu filho, você não mataria essa pessoa?”. Eu, desde a minha inocência e ausência da realidade deles, não só dizia que não era comparável, como que provavelmente eu não faria isso, não devolveria na mesma moeda. Mentira: eu sim devolveria na mesma moeda, mas precisava defender a paz, que não começassem a guerra. Ele me perguntava: “que paz?”
Hoje eu moro aqui nos EUA. Vi a minha cidade se preparar para relembrar os mortos do dia 11 de setembro de 2001. Quase 3000 pessoas só nas Torres Gêmeas. Semana passada, eu recebi do colégio da minha filha um pedido para que ela fosse na sexta-feira vestida com cores branca, azul e vermelha. Sentaram as crianças e contaram a história do dia 11 de setembro. É algo histórico, e as pessoas ficam não só com muito medo quando se aproxima essa data, como também ficam muito tristes. Mencionar esse evento para algumas pessoas é correr o risco de que elas comecem a chorar na sua frente, onde quer que estejam. Outras, demonstram uma expressão de incompreensão no rosto, mudam a expressão, ficam sem palavras. Elas sentem extremamente vulneráveis, expostas, impotentes. Sentem que há muito pouco que possam fazer para se proteger dessa ameaça silenciosa sob a qual vivem constantemente. Uma ameaça que pode vir dos céus, que não escolhe vítimas, mas que escolheu seu país e seus residentes para tornar pública para o mundo não só a sua existência como também seu ódio. Sexta-feira fui pagar o imposto do meu carro e a mulher que me atendeu me olhou e me disse que pensar que alguém possa odiá-la com tamanha ferocidade era algo impossível de entender. O evento do 11 de setembro é algo extremamente pessoal para eles. Se olho o que aconteceu desde o seu ponto de vista, desde o seu lugar, ela tem razão. A gente não consegue explicar nem a rejeição de umas poucas pessoas de nossa convivência à gente, imagina explicar algo assim, desse tamanho, um assassinato em massa cuja autoria foi pública e orgulhosamente assumida.
Quando conversamos com qualquer americano no dia a dia, eles sempre reclamam que os impostos são caríssimos, que é um absurdo a quantidade de coisas que deduzem de seus salários, mas todos estão unanimemente de acordo com os impostos que pagam para educação e militares. A frase deles é: todo país tem que poder se defender. Coisas que nós, do Brasil ou da Argentina, nem cogitamos pensar. Se defender militarmente? Pra que?
O Barack Obama vem com uma péssima popularidade entre os americanos. O problema da dívida externa e do desemprego, que não sai da faixa dos 9% há algum tempo, aumentou muito a rejeição dos americanos à ele. Sua popularidade só observou melhoria quando ele anunciou que trazia o corpo do Osama Bin Laden morto para os EUA. Todos os americanos não só apoiaram a iniciativa do Bush, então presidente, para invadir o Iraque e acabar com a liderança do Bin Laden, como apóiam que um país tenha armamento e pessoal treinado para se defender. Essa é uma das principais posturas que geram rejeição aos EUA, pelo menos nos países latino-americanos. O que mais se fala é que suas guerras são com o fim de obter petróleo, exclusivamente, e de dominar o mundo. Não sei quanto de verdade existe nisso, mas hoje posso dizer com quase toda certeza que a questão da segurança é pra eles mais importante que a questão do petróleo. Eles se sentem alvo de um ódio que vem de alguns países, em especial do Oriente Médio, e não sabem como lidar com isso, como se proteger disso, como responder a isso. Se sentem como crianças expostas e encurraladas. E isso é algo muito tocante para quem vê de fora.
E a maneira que eles encontraram de lutar contra esse sentimento de extrema exposição foi aumentando a segurança em todos os acessos a seu país, e matando o líder do movimento que tirou em apenas 1 dia mais de 3300 pessoas de suas vidas. Seu deus permite que eles façam isso, porque o deus em quem eles acreditam diz que é um direito primário de todo ser humano se defender e defender a própria vida. Também por isso, eles têm porte de armas e não pensarão duas vezes em matar alguém que invada suas casas. Eu, particularmente, acho que eles têm razão! Eu, particularmente, acho que seu deus é mais realista e menos idealista do que muitos outros. 
Mas não se trata daquilo que eu acredito nem de fazer algum tipo de julgamento sobre a maneira como eles lidam com tudo que viveram. Meu objetivo ao começar a escrever sobre esse assunto foi trazer um pouco de luz e conhecimento para uma dor que eles carregam, que muitas vezes parece menor ou irreal para os que estão fora daqui e não foram atingidos diretamente por ela. O sentimento geral dos americanos desde o dia 11 de setembro de 2011 é de exposição, desproteção, incompreensão e de que existe um grupo no mundo que os odeia de uma maneira que eles não conseguem entender. Esse ato terrorista é algo que supera sua capacidade de dar sentido aos eventos de suas vidas, coisa que todos nós precisamos poder fazer para viver melhor. Eles não conseguem. Eu não sei se eu conseguiria. Ainda hoje eles choram ao lembrar do evento, porque lembram o quanto eles mesmos e as pessoas que amam estão desprotegidos diante de um ódio inexplicável. 
Eles não voltaram a reconstruir onde antes estavam as torres gêmeas. Ao contrário, fizeram uma bela cascata de águas que vai do nível do chão para baixo, e a cercaram com pedra negra, onde está gravado o nome de todas as vítimas que ali morreram. Simbolicamente, eles dizem que não vão esquecer o que fizeram com eles e que aquelas pessoas não serão esquecidas. Volto a dizer, não sei se essa é ou não a melhor postura, mas posso entender e respeitar sua dor.
É preciso viver aqui e olhar nos olhos deles quando conversamos sobre o assunto para ter uma idéia mais realista do que eles viveram. De longe, muitas vezes, tudo parece um circo meio inexplicável, especialmente no Brasil, onde tudo é tão efêmero, e a memória dos eventos são apagados com tanta rapidez. Sem assumir uma posição ou lados, é preciso entender que diferentes pessoas lidam de diferentes maneiras com distintos temas. E é preciso respeitar.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Vínculos y reflexiones




Después de meses de intenso calor con un día u otro (muy raro) más fresco, desde anteayer las mañanas han sido más frías, con días nublados. Pudimos sacar las camperas del placard con las temperaturas más amenas de afuera. Hoy salió el sol. Todavía no salí de casa, así que no se cómo se siente la temperatura, pero el noticiero de la mañana decía que hoy será un día fresco. Miré el sol y de inmediato pensé que haría calor, porque así funciona en Río: día de sol significa día caluroso. Y luego me acordé que no siempre es así, porque en Buenos Aires podemos tener días fríos con sol fuerte y cielo sin una nube. Esta es una de las bellezas de allá, la mezcla entre lo que para mí siempre fue una referencia de calor (sol) con el frío seco... Entonces, estar en el sol es un placer... el sol hace el trabajo que la ropa que a veces no lo hace... Me acordé de todo esto y pensé en lo mucho que extraño estar allá.
Y pensar que hace cuatro años, exactamente cuatro años, más o menos en septiembre, hacía nada más que dos meses que me había mudado y sufría como un perro. Odiaba estar allá, el frío era duro, no entendía el idioma, me sentía sola, muy sola, tanto adentro como afuera de mi corazón. ¡Terrible! Me costó aprender que no en todos los lugares del mundo el sol y el calor se relacionan, que hay otras opciones, otras realidades. Pero he aprendido no sólo la relación entre ellos, como también aprendí a amar eso, y hoy en día, el sol y el frío me recuerdan a Buenos Aires. Hoy, cuatro años más tarde, estoy viviendo el sueño de mi vida...pero igual extraño...
Increíble como estamos todo el tiempo construyendo relaciones y vínculos, y ni siquiera nos damos cuenta. No sabemos exactamente cuando surge el primer eslabón de un vínculo con un lugar o con una forma de vida, aunque en general se sabe cuando se establece un vínculo con una persona. Creo que eso se debe al hecho de que estos siempre estamos más atentos a esos...
Existen algunas condiciones básicas necesarias para que se puedan establecer nuevos enlaces. En primer lugar, se debe dar lugar a lo nuevo. Hay personas que pasan la vida yendo a exactamente los mismos lugares, hablando exactamente con las mismas personas, que se limitan a tener los mismos amigos desde la infancia, porque así se sienten más cómodos. Y es cierto, lo familiar es siempre más fácil. Pero después de un tiempo, ya no hay espacio para la creación o para la novedad. ¿Será por ese motivo que muchos matrimonios se terminan después de algún tiempo? Para algunas personas, supongo que sí. Pero estoy segura de que para otras es justo la familiaridad que viene con el tiempo que hace que sigan juntos. Hay gente que lo necesita, mientras que otras necesitan motivación en forma regular.
En retrospectiva, poniéndome en la piel de la Marcia que hace 4 años se dirigía a la estación de tren en Retiro rezando para llegar pronto, porque el camino le parecía interminable con el frío que hacía, pienso que jamás me podría imaginar cuatro años más tarde mirando hacia atrás y diciendo "¡Cómo extraño estar allá!". Nunca podría pensar que en esta interacción con la ciudad, en mi propia lucha personal para adaptarme, dejaríamos de ser "Marcia" y "Buenos Aires" para convertirnos en "Marcia en Buenos Aires", que es algo totalmente distinto de los dos primeros. En este intercambio entre yo y mi circunstancia, he dejado materia mía en la ciudad, y ella también dejó su ADN en mí, en muchos sentidos. Partí como una persona diferente de la que llegó, porque ahora traigo el ADN porteño en mi corazón y en mi alma. Y estoy segura de que también dejé unos cuantos genes brasileños míos allá.
Y pensando el pasado desde el presente, me atrevo a pensar el futuro desde el pasado. Me pregunto ¿dónde estaré dentro de cuatro años? ¿Cómo será que este tiempo que estoy viviendo acá sin hacer otros planes, solo viviendo el día a día, cumpliendo con mi rutina (con mucha creatividad, es cierto, ya que lo nuevo siempre lo exige de uno) me afectará en el futuro? ¿Cómo cambiará esto mi esencia? ¿Qué otras cosas están ocurriendo en paralelo en mi vida y en mi corazón sin que yo me de cuenta, pero que dejarán su marca? ¿De cuántas maneras yo dejaré mi marca en Atlanta, y Atlanta me marcará a mí? Es increíble pensar que tanto sucede sin que nos demos cuenta, mientras estamos ocupados haciendo otras cosas, y que todas esas cosas no son lo suficientemente importantes como para llamar nuestra atención, pero son poderosas lo suficiente a punto de dejar huellas imborrables.
¡Te extraño muchísimo, Buenos Aires! Algunos días, más, otros, menos, pero te extraño. No volvería a tus brazos, no por ahora, todavía no, pero te extraño, lo que significa que un día me hiciste muy feliz. He aprendido a amar a todos tus diferencias.
Te extrañaré terriblemente, Atlanta. Basta que me permitan quedarme acá por tiempo suficiente (¿alguien, de casualidad, sabe cuánto es el “tiempo suficiente” para algo, cualquier cosa, de antemano?), que cuando me haya ido, te extrañare a morir. Y si no me voy jamás de acá, extrañaré a este momento, sentada en mi cocina, escribiendo sobre ti. Recién te conozco, pero ya sé que te voy amar...

Vínculos e reflexões



Depois de meses de intenso calor, com um ou outro dia mais fresco (bem raros) desde anteontem as manhãs tem sido frias, e os dias frescos, porém nublados. Deu para tirar o casaco do armário devido a temperatura mais amena lá fora. Hoje o sol saiu. Ainda não fui lá fora, portanto, não senti a temperatura, mas pelo noticiário matinal, vi que está bem fresquinho. Olhei o Sol e me lembrei que no Rio, dia de sol significa dia de calor. O que me fez lembrar que em Buenos Aires não é assim. Lá, podemos ter dias gelados com sol forte e céu limpinho, sem uma nuvem. Essa é uma das belezas de Buenos Aires, essa mistura entre o que pra mim significava calor (sol) com um frio seco... Ficar no sol lá é um prazer, te ajuda a esquentar... o sol faz o trabalho que as roupas, as vezes, não conseguem fazer... Lembrei de tudo isso e pensei no quanto sinto saudades de lá.
E pensar que há quatro anos, exatos 4 anos atrás, mais ou menos em Setembro, eu tinha me mudado pra lá havia apenas 2 meses e sofria como o cão. Odiava estar lá, o frio era duríssimo, não entendia o idioma, me sentia sozinha, extremamente sozinha, tanto dentro do meu coração quanto fora. Terrível! Custei a aprender que nem em todos os lugares do mundo sol e calor estavam relacionados, que haviam outras opções, outras realidades. Mas aprendi, não só a relação entre ambos: também aprendi a adorar isso, e hoje, sol e frio me lembram Buenos Aires. Hoje, 4 anos depois, estou vivendo o sonho da minha vida... mas sinto saudades...
Incrível como estamos o tempo todo construindo relações e vínculos, e nem nos damos conta disso. Não sabemos exatamente quando surge o primeiro vínculo com um lugar ou com uma forma de vida, embora geralmente saibamos quando se estabelece um vínculo com uma pessoa. Creio que porque a esses estamos sempre mais atentos. 
São necessárias algumas condições básicas para surjam novos vínculos. Em primeiro lugar, é preciso dar lugar ao novo. Tem gente que passa a vida frequentando exatamente os mesmos lugares, falando exatamente com as mesmas pessoas, tem só aqueles mesmos amigos de infância, porque viver assim nos é mais cômodo. E é verdade, sim, o familiar é sempre mais fácil. Mas depois de um tempo, já não há espaço para criação ou para a novidade. Será por esse motivo que muitos casamentos terminam depois de algum tempo? Para algumas pessoas, suponho que sim. Mas tenho certeza que para outras é justo essa familiaridade que surge com o tempo que faz com que durem. Tem gente que precisa disso, e só disso, enquanto outras precisam de estímulo com alguma regularidade.
Olhando em retrospectiva, me colocando na pele daquela Marcia de 4 anos atras que caminhava para a estação do trem em Retiro todos os dias rezando para chegar logo, porque o trajeto lhe parecia interminável com o frio que fazia, penso que eu jamais poderia imaginar que 4 anos depois eu mesma olharia para trás e diria “que saudades eu tenho de lá”. Jamais poderia pensar que, nessa interação com a cidade, na minha própria luta pessoal para me adaptar, deixamos de ser “Marcia” e “Buenos Aires” para nos tornarmos “Marcia em Buenos Aires”, que é algo totalmente diferente dos dois primeiros. Nesse intercâmbio entre eu e o meu meio, deixei matéria minha naquela cidade, e ela deixou seu DNA em mim também, de muitas formas. Eu fui embora de lá como uma pessoa diferente da que chegou, porque agora trago o DNA portenho no meu coração e na minha alma. E tenho certeza que deixei uns genes brasileiros naquela cidade também.
E pensando o passado a partir do presente, me aventuro a pensar o futuro a partir do passado. Onde será que estarei daqui a 4 anos? Como será que esse tempo que estou passando aqui sem fazer outros planos, só vivendo o dia a dia, cumprindo a rotina (com muita criatividade porque o novo sempre exige isso) mudará quem eu sou hoje? Como será que esse momento alterará a minha essência? Que outras coisas estão acontecendo em paralelo em minha vida e em meu coração sem que eu perceba, mas que vão deixar a sua marca? De quantas maneiras eu marcarei Atlanta e Atlanta me marcará? É incrível pensar que tanta coisa acontece sem nos darmos conta, enquanto estamos ocupados fazendo outras coisas, e que todas essas coisas que não são suficientemente significativas para chamar nossa atenção, mas são poderosas ponto de deixar marcas indeléveis.
Morro de saudades de você, Buenos Aires! Alguns dias mais, outros menos, mas sinto saudades. Não voltaria para os seus braços, não agora, não por enquanto, mas sinto saudades e isso só significa que um dia você me fez muito feliz. Aprendi a amar todas as suas diferenças.
Vou morrer de saudades de você, Atlanta. Basta que me permitam ficar aqui “tempo suficiente” (quanto tempo é suficiente para alguma coisa, para qualquer coisa? Alguém tem essa resposta de antemão?), que quando eu for embora, vou morrer de saudades de você. E se eu não for embora, sentirei falta desse momento, sentada na minha cozinha, escrevendo sobre você. Acabo de te conhecer, mas já sei que vou te amar...

domingo, 4 de septiembre de 2011

¡Hola!

¡Mucho tiempo desde mi última visita por acá! Sí, es cierto, pero es que la nueva vida anda una locura. Y no es solo eso: puse ese site medio en stand-by mientras trabajo en el nuevo. Siiiiiii, ¡será mi más nuevo lanzamiento! En lugar de usar el blogspot para publicar mis pensamientos y crónicas, o los artículos de astrología, concentraré todo en mi propio site. Me muero por lanzarlo YA, para que ustedes vean, opinen... Y habrán mucho más cosas. Hablaré mucho más de mi, de las otras actividades que tengo... no será solo un blog, será algo más completo. Será como si fuera yo, pero online. ¿La dirección? www.marciafervienza.com. Todavía no está en su versión final, pero vamos caminando...


Ando híper ansiosa para concluir eso y ponerlo en el aire, funcionando. Pero tengo que terminar otros proyectos que asumí antes de empezar a trabajar en eso. Tengo que priorizar.
Sin embargo, ando extrañando mucho escribirles, leer los comentários de ustedes, tener nuestras charlas virtuales largas... Los ando extrañando un montón!!! :-)
Tengo mucho pra contar, para escribir, pero quiero hacerlo ya en mi "nueva casa"! Espero que ese lanzamiento sea muy pronto, porque necesitamos ponernos al día.
Besos!

Olá!


Muito tempo desde a minha última passada por aqui. É, eu sei, mas é a que a vida anda uma loucura. E não é só isso: coloquei esse site meio que em stand-by enquanto trabalho no novo. É, será o meu mais novo lançamento! Em lugar de usar o blogspot para publicar os meus pensamentos e crônicas, ou os artigos de astrologia, concentrarei tudo no meu próprio site! Estou louca para lançá-lo, para que vocês vejam, opinem... E haverá muito mais coisas. Falarei de mim, das outras atividades que eu faço... não será só um blog, será algo mais completo. Será como se fosse eu, só que online. O endereço? www.marciafervienza.com. Ainda não está como vai ficar, mas vamos caminhando...
Ando mega ansiosa para concluir isso e colocar ele no ar funcionando. Mas tenho que terminar outros projetos que assumi antes de começar a trabalhar nisso. Tenho que priorizar.
Mesmo assim, ando com saudades de escrever, ler os comentários de vocês, dos nossos longos bate-papos virtuais... Ando com saudades! :-)
Tenho muito pra contar, para escrever, mas quero fazê-lo já na minha nova casa! Espero que esse lançamento seja breve, porque estamos precisando nos colocarmos em dia.
Beijos!