NOVO ENDEREÇO WEB: // NUEVA DIRECCIÓN WEB:

Nosso site mudou de endereço. Clique AQUI para visitar-nos! // Nuestro sitio cambió de dirección web. ¡Haga clic ACÁ para visitarnos!

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Qué tan importante es una noche entre amigos?

"Los pocos amigos que tengo son los que a muchos les gustaría tener" - Clarice Linspector

¿Qué tan boba y simple puede ser una noche con amigos? No lo sé, pero hoy, mientras manejaba hacia mi casa, me preguntaba cuando fue que Buenos Aires empezó a ser sentida por mí como "mi lugar". Me pregunte, de hecho, que es que hace que uno se sienta parte de un lugar. Y me di cuenta que, para mí, me torne parte de esta ciudad cuando sentí que acá tenía amigos.

Eso es algo muy simple, que uno solo entenderá cómo funciona con más facilidad cuando ya haya dejado su lugar de origen. Porque, cuando nacemos en un lugar, y allí estuvimos por toda nuestra vida, no nos damos cuenta de que es que nos hace parte de aquel contexto. Simplemente nacemos en él y eso es algo que no cuestionamos, que está dado. Y la verdad es que somos parte de un lugar cuando este lugar empieza a contar también un poco de nuestra historia.

Cuando vine a vivir en Buenos Aires, lo que más extrañaba era caminar por las calles y saber que nunca encontraría nadie que hubiese conocido en la primaria, con quien hubiese trabajado, que no vería nunca en algún lugar alguna celebridad de la tele conocida por mí desde chica, que aquella plaza por la cual atravesaba no tenía ninguna historia mía para contar - ¡ni yo de ella! ¡Todo era nuevo! Y si bien eso está bueno cuando uno tiene ganas de empezar de cero, genera un vacío.

Los vacíos son necesarios. Sin ellos no tenemos espacio para dejar entrar cosas nuevas, cosas mejores. Pero el vacío es siempre el vacío. Es la única cosa que se hace notar fuertemente por la ausencia.

Todos necesitamos poder contar nuestra historia, y necesitamos testigos que las cuente con nosotros, por nosotros... que se acuerden de detalles que se nos escapan... que nos den su mirada de aquellas cosas nuestras que no percibimos... más que estar para las buenas y para las malas, los amigos nos ayudan a dibujar quienes fuimos y quien nos volvimos, nos ayudan a remontar nuestro pasado, nos dan otra mirada sobre una misma situación... nuestros amigos son nuestra historia actualizada siempre, hecho presente. Y eso es de un valor inestimable, solo posible de percibir y sentir cuando no está, en la ausencia.

Uno de los recuerdos que más tengo presente de mi llegada a Buenos Aires es el día 20 de julio de 2007. Yo había llegado el 8 de julio, así que era una recién llegada. Y acá, el 20 de julio se festeja el Día del Amigo. En mi nuevo departamento, con un frío tremendo afuera (día 9 había nevado en la ciudad despues de 89 años), y yo escuchaba los festejos y fiestas que la gente hacía con sus amigos. Y el frio de afuera me invadió el pecho, y el vacio, ah, el vacio… el vacio hacía eco adentro mío. ¡Fue duro! Fue difícil dormir, y no sé que tanto me costo por el ruido que escuchaba, que tanto por la soledad que se hizo presente en la carne. ¡Terrible! Por suerte, fue el primero y único Día del Amigo sola en esta ciudad.

Hoy Buenos Aires cuenta historias mías y yo de ella... Hoy soy parte de una “maquina” que está armada por los grupos de amigos de los cuales soy parte. Yo soy parte de la vida de mis amigos, cuento sus historias, y ellos las mías. Eso nos identifica mutuamente. Al alcanzar este punto, ya no hay barreras de idiomas ni culturales. En un principio, el simples hecho de bajar del depto y tener que decir “buenos días” al portero, renunciando a mi propio idioma desde la hora en que me despertaba, me aislaba del mundo a mi alrededor. ¡No teníamos nada en común! Hoy, con idiomas o culturas iguales o diferentes, compartimos con mis amigos un pasado en común, un presente en común y, con casi toda certeza, compartiremos un futuro en común. ¡Y también con el portero de mi edificio, que hoy también puede contar algo de lo que soy, según lo que él ve y vio a lo largo de esos más de 3 años! Eso es lo que nos forma y nos hace quienes somos. Sin esas personas que nos dan marcos, somos partes, pedazos de uno mismo.

Sin los amigos, no sabemos qué tan bueno ni que tan malo somos, porque es a partir de sus críticas, aceptaciones o rechazos que nos vamos dando cuenta de nuestro valor y nuestras fallas. Es también a partir de su aceptación de nuestras fallas que nos damos cuenta de que somos valorables más allá de lo que nos falta. Somos agradecidos cuando nos aceptan “fallados”, somos agradecidos cuando nos remarcan un valor que no nos habíamos dado cuenta. Nos enojamos cuando nos critican, pero por ellos también tenemos ganas de ser personas mejores y, al cambiar por hacerles caso a ellos, nos volvemos personas mejores también para los demás. Nos peleamos, discutimos, pero seguimos amigos, y al ver que esta amistad resiste a la prueba del tiempo y de los desacuerdos, nos sentimos más fuertes para encarar otras perdidas y desafíos en el mundo. Por donde lo miro, pienso que nos fortalecemos en nuestros amigos.

Entonces, sí, una noche entre amigos es una tontería, algo bobo, pero de una importancia que uno solo puede valorar cuando ya ha estado sin ellas. ¡Felices somos aquellos que tenemos amigos con quien compartir noches bobas a cada tanto!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó la frase "Hoy Buenos Aires cuenta historias mías y yo de ella..." ;)

Gracias por hacerle un homenaje a los amigos!! La verdad es q son lo más. Incondicionales, presentes a la distancia, eternos.

Muy bueno el blog Marcha, como siempre. Keep up the good work!

Vic!

Marcia Quitete Fervienza dijo...

Gracias por la visita, Vic, y por los comments! Me encantan de verdad! :-)

Y si, la verdad es que los amigos son una de las mejores conquistas en la vida. No se que seria de mi sin mis amigos! :-)

Jime dijo...

Amiga, que justo empezar a escribir diciendote amiga no?, como tantas otras veces te lo digo. Me enorgullece enormemente saber que yo formo parte de esas personas que hoy te hacen feliz y te ayudan a no extrañar tanto todas aquellas cosas que ayudaron a q hoy seas lo que sos. Coincido totalmente con vos y es asi, los amigos son algo que necesitamos a diario y muchas veces esas juntadas "bobas" son lo que nos hacen feliz.
Te adoro amiga linda!