NOVO ENDEREÇO WEB: // NUEVA DIRECCIÓN WEB:

Nosso site mudou de endereço. Clique AQUI para visitar-nos! // Nuestro sitio cambió de dirección web. ¡Haga clic ACÁ para visitarnos!

jueves, 12 de agosto de 2010

Auto superación - Hablando un poco de mi propia história

Vengo de un largo proceso de intento de auto superación. Como no todos saben, mi mudanza de Rio a Buenos Aires se dio bajo condiciones de extrema tensión, lo que dividió mi periodo acá en dos: un primero de mucha diversión y alegría, cuando yo trataba de integrarme y, consecuentemente, ignoraba los problemas que me habían traído acá en un primer momento. Luego, "caí en la realidad" y tuve que confrontarme con todos ellos, que me pasaron facturas altas por casi un año de dejarlos en el olvido y por tratar de taparlos lo más fondo que podía. Así, siendo optimista, estuve peleándome por un año y medio, aproximadamente, con problemas para dormir, angustias, tristezas, y una busca incansable por sentirme mejor, sin encontrar un camino. En este periodo produje cambios importantes en mi vida: re-evalué mis principios y valores, revise lo que me hacia feliz. De repente, se volvió importante que el vivir tuviera un sentido mayor para mí, que fuera más allá de aquello que era valorado por los demás. De golpe, necesitaba hacer algo por mí que me hiciera tener valor a mis propios ojos, independiente de aquello que de mí esperaban. Dejé de trabajar, ingrese en una universidad de Psicología (sueño que me acompaña desde la adolescencia), empecé a utilizar los conocimientos por tanto tiempo cautivados en Astrología.

Estuve a punto de regresar a Rio. Pero no me conformaba en hacerlo simplemente porque no había podido superar las dificultades que me impedían de disfrutar la vida acá. Al final, pensaba, cuando elegí Buenos Aires para vivir, lo hice por motivos concretos, reales: la seguridad, la calidad de vida, la experiencia de vivir en el exterior. No era posible que todo eso no iba a contar en el momento de enfrentar o superar una dificultad.

Me exigí, como siempre. Insistí. Busque todas las salidas y opciones pensables para tener una calidad de vida posible acá. Pensaba que, si tuviera que volver, que debería hacerlo porque así lo elegía, y no porque no había sido posible bancarme la elección que hice en un primer momento de vivir en esta ciudad.

Empecé 2010 decidida a organizar acá mi regreso a Brasil. Me quedaría acá hasta el final del año. Me encantaba la idea de volver a mi vida de antes. Pero, muy racionalmente, siempre supe que mi vida de antes no estaría allá esperándome. Las cosas habían cambiado, las personas también, y volver sería tener que reconstruir mi lugar allá también, o sea, cumplir el mismo proceso que había tratado de cumplir sin mucho éxito en los casi 3 años que estaba acá. Aún así, extrañaba la playa, el mar, la vista de la Lagoa, vivir en mi idioma. Había algo que me dejaba triste por irme de acá: los amigos que había conquistado, a duras penas, en este periodo. Sí, porque si bien Buenos Aires no es un lugar en donde uno se hace amigos tan fácilmente como en Rio, una vez que los hiciste, son amigos mucho más presentes que los de allá. Y eso era algo que yo amaba, entre miles de otras cosas: las tartas de Maru Botana, las ensaladas de Aroma, Kansas, la universidad, el tener las 4 estaciones bien marcadas en el año, los parques... Antes mismo de irme, ya extrañaba las cosas que dejaría atrás.

Ya que tendría que vivir un año más acá, pensé, voy a tratar de hacer este "arreglo de cuentas" y curarme de todos los "males" que había adquirido cuando me mude: las noches insomnes, las crisis de pánico, las fobias inexplicables, la angustia sin fin y todo lo que hacía que vivir acá me fuera hostil. Así, me jugué, una vez más, por última vez, en búsqueda de la "Marcia" que era antes.

Siempre fui adepta del Psicoanálisis, siempre ame analizarme. Siempre creí que eso hacía de mi alguien mejor. El Psicoanálisis me da mi marco, es para mí una referencia. Yo necesito entender las cosas, las personas, los sentimientos. Todo pasa por algo, todo tiene un porqué, y yo soy de esas personas que necesitan entender el porqué, lo que está detrás de lo que uno ve a simple vista. Pero tampoco pude encontrar acá en estos 3 años un psicoanalista con quien me identificara. "Era la diferencia de códigos y de idioma", pensaba. Entonces, arriesgue a una terapia cognitiva-conductual. Ya que los problemas que tenía eran urgentes y ya que el Psicoanálisis es (en mi visión) un arte que trata de las cosas de la vida, de cosas menos urgentes, manejándose principalmente con el tiempo (cosa que yo ya no tenía), busque el mejor centro especializado en Terapia Cognitiva en Buenos Aires. Empecé mis consultas y mi tratamiento, sin creerlo mucho al principio. Pero... ¿qué me podría pasar de peor? Nada. Solo seguiría como ya estaba. Perdería algo de plata. Pero creí que, por mí misma, tal inversión valdría la pena. Entonces, ¿por qué no intentarlo?

¡En abril empecé! Cumplí con todos los ejercicios, consultas y talleres tal cual me los proponían. Por momentos, estuve mejor. Por otros, pensé que no. Igualmente seguí. En el camino fui mejorando mucho. Ya no sentía tanta angustia, mis días ya no eran tan tristes, se volvió más fácil entender y aceptar la manera de la gente de ser, me sentí más integrada, mis noches insomnes fueron desapareciendo, fui descubriendo cosas que a mí me gustaban, aprendí a aceptar mis limitaciones sin tenerles miedo, aprendí a manejarme con mi ansiedad, descubrí talentos antes olvidados (como este blog), me anime a jugarme por cosas que antes me daban miedo... Mejoré tanto que recién encontré una psicoanalista con quien realmente me pude conectar, ¡hace poquito! ¡Mejore mucho! En las últimas 2 semanas, por cuestiones de agenda, estuve sin ir a las consultas. Y hoy fui, para decirle que realmente no lo extrañe al psicoterapeuta. Como era de ser esperar, él se puso contento. Charlamos. Arreglamos mi regreso para dentro de 3 semanas, con la expectativa que, a partir de este momento, nos veremos algunas veces más, pero a cada mes.

Salí de allá con una sonrisa en la cara y una alegría indescriptible en el corazón. Hace 8 meses mis planes era de volver a Rio en diciembre. Ahora me cuestiono si me iré a Brasil a fin de año para las vacaciones. No sé si tengo la necesidad.

Me siento segura. Lista incluso para otros vuelos. Siento que puedo de vuelta caminar con mis propias piernas, y no que volví a ser la Marcia de antes de venir, pero sí que me volví una Marcia mejor que la de antes, porque agregue a aquella mis vivencias del periodo. Me conozco mejor. Sé que no todo lo puedo. Sé que hay limitaciones para lo que uno se propone. Pero una cosa no cambio: creo que siempre podemos seguir luchándola, sin bajar los brazos. Y si bien es más fácil, muchas veces, rendirse al sufrimiento, dar la vuelta atrás, asumir que realmente no se puede y eliminar el dolor por el camino "más simple", es sumamente compensador llegar casi al límite de nuestras fuerzas, y poder superarse por obra y merito de uno. Este placer es inexplicable.

Hasta fin de año, yo andaba triste y tenía momentos muy felices. Hoy me siento feliz y tengo momentos tristes, como los tenemos todos. No es una felicidad enloquecedora, ni agitada, ni ansiosa. Es felicidad simplemente. Y eso es mejor de lo que me podría imaginar.

Entendí, al final de este proceso, porque seré Psicóloga: para ayudar a que la gente entienda que siempre es posible estar mejor. Para orientarlas a no bajar los brazos, a no rendirse, a que conozcan sus límites y los respeten, pero que nunca se conformen con una vida a medias, ni infeliz, porque de sufrimiento yo puedo decir que entiendo, y sé por experiencia propia que sí es posible superarlos. Es difícil, pero posible. Hay que querer mucho, pero es posible. Y lograrlo es enriquecedor, es muy compensador. Quiero decirles que no es necesario sufrir por siempre, ¡porque es siempre posible estar mejor! :-)

5 comentarios:

Unknown dijo...

Ver este texto es para mi revivir estos últimos 8 meses y yo soy testigo de tu auto superación. Felicitaciones por el logro y por el texto!!!

Malu dijo...

Felicitaciones por su superación ! Gracias por compartir su expeciencia con sensibilidad. Soy encantada por Buenos Aires, y me pregunto porque elegiste esa ciudad para empezar de nuevo su vida. Tu eres muy corajosa.
No hablo bien español, soy brasileña.
Malu

Marcia Quitete Fervienza dijo...

Oi Malu!

Tenho o mesmo texto publicado em portugues aqui no blog. Espero que você o tenha encontrado no menu "archivo del blog" a esquerda. Ler o texto no nosso idioma facilita a compreensão e a apreensão de todo o sentimento colocado no texto. Por isso publico sempre nos dois idiomas.

Escolhi Buenos Aires para viver porque era a opção mais fácil: meu marido é argentino. Mas aos 4 meses de chegar aqui me separei e, depois de 1 ano separados, nos reencontramos, e estamos juntos hoje, em outras bases, felizes, por sorte! Foi realmente um renascer, em todos os sentidos.

Obrigada pelo seu comentário e por se permitir um tempo para ler um texto tão longo. Obrigada principalmente pelo feedback. É muito gratificante compartilhar uma experiencia tão dura e receber um comentário como o seu.

Um beijo,
Márcia

Marcelo Callejas dijo...

Me encantó Marcia! Gaston me dijo que estaba bueno tu blog y definitivamente si!

Me gustó mucho leer esto, el desarraigo es toda una experiencia...y en algunos aspectos me senti identificado!

Beso,

Marcelo (ub)

Marcia Quitete Fervienza dijo...

Marce, que hermoso comentario me dejaste!! GRACIAS por la visita y por el comentario! Creo que todos los que sufrimos un desarraigo importante y tuvimos que superar dificultades, sabemos que auto-superarnos es todo un proceso que no nos sale "barato" para nada. Pero cuando lo logramos, como yo, como vos, nos sentimos "vitoriosos"!

Por lo tanto, viva nosotros!! :-)