NOVO ENDEREÇO WEB: // NUEVA DIRECCIÓN WEB:

Nosso site mudou de endereço. Clique AQUI para visitar-nos! // Nuestro sitio cambió de dirección web. ¡Haga clic ACÁ para visitarnos!

jueves, 8 de septiembre de 2011

Vínculos y reflexiones




Después de meses de intenso calor con un día u otro (muy raro) más fresco, desde anteayer las mañanas han sido más frías, con días nublados. Pudimos sacar las camperas del placard con las temperaturas más amenas de afuera. Hoy salió el sol. Todavía no salí de casa, así que no se cómo se siente la temperatura, pero el noticiero de la mañana decía que hoy será un día fresco. Miré el sol y de inmediato pensé que haría calor, porque así funciona en Río: día de sol significa día caluroso. Y luego me acordé que no siempre es así, porque en Buenos Aires podemos tener días fríos con sol fuerte y cielo sin una nube. Esta es una de las bellezas de allá, la mezcla entre lo que para mí siempre fue una referencia de calor (sol) con el frío seco... Entonces, estar en el sol es un placer... el sol hace el trabajo que la ropa que a veces no lo hace... Me acordé de todo esto y pensé en lo mucho que extraño estar allá.
Y pensar que hace cuatro años, exactamente cuatro años, más o menos en septiembre, hacía nada más que dos meses que me había mudado y sufría como un perro. Odiaba estar allá, el frío era duro, no entendía el idioma, me sentía sola, muy sola, tanto adentro como afuera de mi corazón. ¡Terrible! Me costó aprender que no en todos los lugares del mundo el sol y el calor se relacionan, que hay otras opciones, otras realidades. Pero he aprendido no sólo la relación entre ellos, como también aprendí a amar eso, y hoy en día, el sol y el frío me recuerdan a Buenos Aires. Hoy, cuatro años más tarde, estoy viviendo el sueño de mi vida...pero igual extraño...
Increíble como estamos todo el tiempo construyendo relaciones y vínculos, y ni siquiera nos damos cuenta. No sabemos exactamente cuando surge el primer eslabón de un vínculo con un lugar o con una forma de vida, aunque en general se sabe cuando se establece un vínculo con una persona. Creo que eso se debe al hecho de que estos siempre estamos más atentos a esos...
Existen algunas condiciones básicas necesarias para que se puedan establecer nuevos enlaces. En primer lugar, se debe dar lugar a lo nuevo. Hay personas que pasan la vida yendo a exactamente los mismos lugares, hablando exactamente con las mismas personas, que se limitan a tener los mismos amigos desde la infancia, porque así se sienten más cómodos. Y es cierto, lo familiar es siempre más fácil. Pero después de un tiempo, ya no hay espacio para la creación o para la novedad. ¿Será por ese motivo que muchos matrimonios se terminan después de algún tiempo? Para algunas personas, supongo que sí. Pero estoy segura de que para otras es justo la familiaridad que viene con el tiempo que hace que sigan juntos. Hay gente que lo necesita, mientras que otras necesitan motivación en forma regular.
En retrospectiva, poniéndome en la piel de la Marcia que hace 4 años se dirigía a la estación de tren en Retiro rezando para llegar pronto, porque el camino le parecía interminable con el frío que hacía, pienso que jamás me podría imaginar cuatro años más tarde mirando hacia atrás y diciendo "¡Cómo extraño estar allá!". Nunca podría pensar que en esta interacción con la ciudad, en mi propia lucha personal para adaptarme, dejaríamos de ser "Marcia" y "Buenos Aires" para convertirnos en "Marcia en Buenos Aires", que es algo totalmente distinto de los dos primeros. En este intercambio entre yo y mi circunstancia, he dejado materia mía en la ciudad, y ella también dejó su ADN en mí, en muchos sentidos. Partí como una persona diferente de la que llegó, porque ahora traigo el ADN porteño en mi corazón y en mi alma. Y estoy segura de que también dejé unos cuantos genes brasileños míos allá.
Y pensando el pasado desde el presente, me atrevo a pensar el futuro desde el pasado. Me pregunto ¿dónde estaré dentro de cuatro años? ¿Cómo será que este tiempo que estoy viviendo acá sin hacer otros planes, solo viviendo el día a día, cumpliendo con mi rutina (con mucha creatividad, es cierto, ya que lo nuevo siempre lo exige de uno) me afectará en el futuro? ¿Cómo cambiará esto mi esencia? ¿Qué otras cosas están ocurriendo en paralelo en mi vida y en mi corazón sin que yo me de cuenta, pero que dejarán su marca? ¿De cuántas maneras yo dejaré mi marca en Atlanta, y Atlanta me marcará a mí? Es increíble pensar que tanto sucede sin que nos demos cuenta, mientras estamos ocupados haciendo otras cosas, y que todas esas cosas no son lo suficientemente importantes como para llamar nuestra atención, pero son poderosas lo suficiente a punto de dejar huellas imborrables.
¡Te extraño muchísimo, Buenos Aires! Algunos días, más, otros, menos, pero te extraño. No volvería a tus brazos, no por ahora, todavía no, pero te extraño, lo que significa que un día me hiciste muy feliz. He aprendido a amar a todos tus diferencias.
Te extrañaré terriblemente, Atlanta. Basta que me permitan quedarme acá por tiempo suficiente (¿alguien, de casualidad, sabe cuánto es el “tiempo suficiente” para algo, cualquier cosa, de antemano?), que cuando me haya ido, te extrañare a morir. Y si no me voy jamás de acá, extrañaré a este momento, sentada en mi cocina, escribiendo sobre ti. Recién te conozco, pero ya sé que te voy amar...

No hay comentarios.: